Cementerio de cuidado perpetuo de Houston

Las fases del duelo

El duelo no es algo que se procesa de la noche a la mañana; En cierto modo, es algo que quizás nunca “superes” por completo. Más bien, el duelo es un viaje y puede abarcar una variedad de estados de ánimo y reacciones. Mientras llora la pérdida de un ser querido, es importante estar preparado para las expresiones cambiantes de su dolor.

Con ese fin, existe un modelo clásico de cinco etapas que traza el recorrido del duelo. Si bien es posible que su experiencia personal no se alinee totalmente con este modelo, puede ser una herramienta útil para expresar sus sentimientos.

Las cinco fases clásicas del duelo incluyen:

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1. Negación. En la fase de negación, su dolor es tan fresco y tan crudo que puede sentirse en estado de shock. Quienes se encuentran en la fase de negación simplemente quieren seguir adelante y tratar de superar cada día, y es posible que no dediquen mucho tiempo a pensar en sus sentimientos.

2. Ira. Luego viene la fase de ira, en la que quienes han perdido a un ser querido pueden sentirse abandonados por Dios o simplemente resentidos por el tiempo que han perdido con su ser querido. La ira es una parte buena y saludable del proceso de duelo.

3. Negociación. En la fase de negociación, puede resultar tentador tratar de “hacer un trato” con Dios o con el universo, con la esperanza de despertar y descubrir que la muerte de su ser querido fue todo un sueño. La negociación suele ir acompañada de intensos sentimientos de culpa.

4. Depresión. Se espera una temporada de melancolía de quienes están afligidos. La depresión también puede sentirse como un profundo estado de vacío o falta de sentido.

5. Aceptación. Aquellos que “aceptan” la muerte pueden seguir sintiéndose bastante tristes, y esto no significa que su proceso de duelo haya terminado, pero sí significa que han alcanzado un lugar saludable para comprometerse verdaderamente con sus sentimientos y ser honestos acerca de cómo les ha impactado el dolor.

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No importa cómo se desarrolle tu propio viaje de duelo, recuerda siempre: no estás solo en esta temporada de prueba.